Nuestro consejo es teñir siempre a la temperatura máxima permitida según las instrucciones de lavado de la prenda. Recuerda, sin embargo, que cuanto mayor sea la temperatura, mejor será la reproducción del color en el tejido. En las instrucciones de lavado de las prendas, a menudo se indica una temperatura máxima admisible más baja como precaución. En el caso de fibras específicas, en determinadas condiciones, puede alcanzarse una temperatura superior a la indicada. La mayoría de las composiciones de lana, por ejemplo, tiñen muy bien a una temperatura de 90/100°C. El afieltrado se produce principalmente debido a cambios bruscos de temperatura o al frotamiento repetido. Si se calienta y enfría gradualmente, la lana puede soportar altas temperaturas. Hay mucha información disponible en Internet sobre el teñido de distintos materiales. Por tu cuenta y riesgo, experimentar con la temperatura del agua puede dar excelentes resultados.